Morelia, Mich., Lunes, 22 de Diciembre de 2025

Sección:Sociedad

Un escape anunciado

Por: The Wall Street Journal

Ciudad de México .- CCasi 14 meses antes de que el jefe criminal Joaquín "El Chapo" Guzmán escapara de su celda de máxima seguridad a través de un túnel, uno de sus lugartenientes del cártel de Sinaloa huyó de otra prisión de la misma manera.

El túnel a través del cual Adelmo Niebla González y dos subalternos se escabulleron en mayo de 2014 de una cárcel en Culiacán, capital del estado de Sinaloa, comparte muchos elementos tecnológicos y de estilo de construcción con el que usó Guzmán en su fuga.

Funcionarios del gobierno argumentan que la evasión de Guzmán era difícil de predecir, pero los críticos dicen que el escape previo debió servir de advertencia.

"Una medida de seguridad elemental era haber entendido el modus operandi de esta banda, y como el Cártel de Sinaloa operaba fundamentalmente con la construcción de túneles, pues no lo encierras en una celda que está en la planta baja", dijo el senador de la oposición Alejandro Encinas, quien se encontraba en el grupo de legisladores que recorrió la prisión El Altiplano después del escape de Guzmán. 

Al igual que el túnel de poco más de un kilómetro de largo usado por Guzmán, el túnel de Culiacán empezaba en un sitio de construcción cerca de la prisión. Ambos fueron excavados varios metros verticalmente y luego avanzaron horizontalmente por debajo de los muros de la prisión hasta las celdas de los fugitivos. Cada túnel fue excavado principalmente a mano, dijeron los funcionarios.

El cártel de Sinaloa es conocido por la construcción de intrincados túneles para pasar drogas por debajo de la frontera entre México y Estados Unidos; ha completado decenas de ellos desde que las autoridades descubrieron el primero en 1989 en la frontera con Arizona. Niebla González está a cargo de las operaciones de transporte de droga del cartel en Arizona, señalaron funcionarios de Estados Unidos y México.

En repetidas ocasiones, Guzmán evadió a los infantes de marina mexicanos usando túneles de escape conectados a varios refugios en Culiacán, antes de su captura en la ciudad costera de Mazatlán a principios de 2014.

Pero la estricta seguridad, el terreno circundante y otros rasgos de la Prisión Federal El Altiplano, donde Guzmán estaba encerrado, " Un escape de este tipo era impredecible, debido a las condiciones del terreno", dijo el comisionado de Seguridad Nacional Monte Alejandro Rubido durante una reciente visita televisada de la celda y la ruta de escape de Guzmán.

La oficina de Rubido refirió las preguntas acerca de los túneles a la del fiscal general, la cual investiga la fuga de Guzmán. Esa oficina no respondió a solicitudes de comentarios.

Un portavoz del sistema penitenciario de Sinaloa dijo que las condiciones de la cárcel de máxima seguridad en la que Guzmán se encontraba son mucho más rigurosas que las de la penitenciaría de Culiacán en la que estaba internado Niebla González.

Sin embargo, "Si alguien en Sinaloa había escapado de la misma manera, se podría pensar que el gobierno estaría en alerta", dijo Ismael Bojórquez, director del diario Río Doce de Culiacán, que escribió esta semana acerca de las similitudes en los túneles de escape. 

Expertos en ingeniería dicen uno de los grandes retos de la operación fue identificar la ubicación exacta de las celdas de Guzmán y Niebla González. Para lograrlo, probablemente consiguieron una copia del plano de la prisión e hicieron cálculos usando dispositivos GPS.

Río Doce y otros medios de Sinaloa han informado que Niebla González estuvo reunido en su celda con arquitectos venidos especialmente a la prisión y que juntos revisaron planos de ésta que no se sabe cómo fueron obtenidos. Los investigadores tampoco saben aún cómo el equipo que facilitó el escape de Guzmán logró determinar la ubicación de su celda.

El túnel de Guzmán desciende unos 9 metros y luego gira horizontalmente para avanzar en línea recta en dirección a la prisión El Altiplano. El de Culiacán fue un poco menos profundo y luego zigzaguea hacia la celda, informaron los diarios de Sinaloa.

Otra similitud entre los dos escapes es que la excavación de cada túnel comenzó en un terreno baldío cerca de los muros de la prisión, que según las autoridades fueron comprados con la intención declarada de construir una casa. Ambos sitios de excavación—en un populoso barrio de Culiacán en el caso de Niebla, y en medio de cultivos y pastizales a 90 minutos en auto al oeste de Ciudad de México el de Guzmán—estaban protegidos de las miradas indiscretas por muros rápidamente levantados.

En ambos casos, unos pocos hombres trabajaron con picos y palas durante todo el día, dicen funcionarios. Las toneladas de tierra excavada fueron transportadas fuera del lugar. El túnel de El Altiplano, cuya construcción llevó probablemente un año o más, tiene un promedio de un metro y medio de alto y unos 80 centímetros de ancho, dicen los investigadores, mientras que el que usó Niebla González fue un poco más confinado y de variada altura.

Caminar a lo largo del túnel le tomó a los perseguidores de Guzmán una hora y 10 minutos, dijo durante el recorrido por televisión uno de los funcionarios, cuyo trabajo regular incluye el seguimiento de las cámaras de vigilancia de la prisión. Algunos de ellos perdieron fuerza debido a la falta de oxígeno, agregó. Las autoridades dicen que Guzmán probablemente recorrió todo el trayecto en unos siete minutos en un carro montado sobre rieles e impulsado por una motocicleta modificada. Esta fue su segunda fuga de prisión en 14 años.

Niebla González y sus compañeros fugitivos tuvieron a veces que arrastrarse a lo largo de los 365 metros de su túnel.

Aunque que sus escapes fueron similares, las condiciones soportadas por Guzmán y Niebla González durante su encierro divergieron marcadamente. Muchas prisiones estatales mexicanas tienen estándares laxos que permiten que privilegios tales como tener comidas especiales, mejores camas, sistemas de entretenimiento y visitas conyugales puedan organizarse fácilmente.

Por el contrario, Guzmán vivía en una celda pequeña y austera y sólo se le permitía una pequeña televisión portátil.

El jefe criminal pasaba 23 horas por día solo en su celda y tenía una hora para hacer un poco de ejercicio, también en solitario. Además de las visitas de familiares y abogados, su único contacto humano era con los guardias de la prisión, con quienes le traían comida o medicamentos, o con quienes le daban clases de arte, dijo Rubido en la visita.

Mientras que los funcionarios están decididos a recapturar a Guzmán, dijo Rubido, él está como mínimo confundido por cómo escapó el jefe del crimen.

"Evidentemente nunca tuvimos indicio alguno que pudiera suceder", dijo Rubido, que en más de tres décadas ha ocupado varias veces la jefatura suprema de inteligencia de México. "Tuvo una gran habilidad organizar esto".

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