Morelia, Mich., Viernes, 19 de Diciembre de 2025

Sección:Sociedad

El Papa llega a Michoacán, nervio del narco… y de otra iglesia que sí hizo suyo el dolor

Por: Nicole Winfield y Peter Orsi/Associated Press

Morelia.- Para 2013, el cártel de los Caballeros Templarios, una organización pseudorreligiosa de corte evangélico, efectuaba tantos secuestros, extorsiones y ejercía un dominio tal sobre la escena política y económica del estado que los agricultores locales se alzaron en armas contra él. Pero la insurrección de las llamadas "autodefensas" trajo poca paz al estado, pues estos grupos comenzaron a pelear entre ellos al tiempo que surgían nuevas bandas delictivas y otras intentaban ingresar por la fuerza a Michoacán, una importante fuente de producción de metanfetaminas.

"Estoy emocionada por la llegada del papa, pero la realidad es que la gente está temerosa. Ahora se ve ambiente alegre y mucha policía, pero el día a día no es tan tranquilo. Ha crecido la delincuencia", dijo Yulisa Durán, una estudiante de enfermería de 18 años que estaba sentada con su novio en la plaza principal de Morelia.

"Vivía en un pueblito que era muy apacible", señaló, pero luego entraron los del cártel "y la gente está intranquila y se ven muertos o secuestros que nunca antes se habían visto".

Francisco denunció el lunes la explotación y la exclusión que sufrieron durante siglos los indígenas de México en el estado sureño de Chiapas, e indicó que el mundo puede aprender de sus tradiciones.

"Algunos han considerado inferiores sus valores, su cultura y sus tradiciones", les dijo el pontífice a los indígenas en la misa. "Otros, mareados por el poder, el dinero y las leyes del mercado, los han despojado de sus tierras o han realizado acciones que las contaminaban".

Dijo que la gente debería hacer un examen de conciencia y pedir "perdón" por el trato a estos pueblos autóctonos.

En San Cristóbal de las Casas, Francisco celebró una misa en la que se incluyeron lecturas en lenguas mayas nativas. También quiso detenerse a orar ante la tumba del obispo Samuel Ruiz, que atendió a los más pobres de México y respaldó la controvertida práctica de mezclar su cultura indígena con los rituales católicos.

"Viene a reivindicar toda una lucha de los pueblos", dijo el reverendo Marcelino Pérez, sacerdote indígena que tradujo la homilía del papa a tzotzil durante la misa.

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