Morelia, Mich., Viernes, 17 de Mayo de 2024

Sección:Opinión

PRD: y ahora ¿quién podrá rescatarnos?

Por: Salvador García Soto/El Universal

Ciudad de México .- Tras la definición del PRI a favor de Manlio Fabio Beltrones y el casi seguro arribo de Ricardo Anaya Cortés a la dirigencia nacional del PAN, la incógnita se abre ahora en el PRD. Ayer el dirigente Carlos Navarrete y sus 22 colaboradores pusieron sus cargos a disposición del Consejo Nacional, tras la caída electoral del perredismo en las pasadas elecciones, y todo indica que hoy aprobarán elegir a una nueva dirigencia en octubre próximo durante el Congreso Nacional perredista.

Aceptada la "renuncia virtual" de Navarrete —aunque él no habla de "renuncia" sino de su "contribución" para sacudir al partido— se abre la lucha por ver quién puede encabezar al PRD. El dominio de Los Chuchos está a prueba y hay otros grupos y corrientes que proponen romper el control de Nueva Izquierda como condición indispensable para una "renovación" en medio de la crisis del perredismo tras la debacle electoral de junio pasado.

La batalla hasta ahora se centraría en dos nombres: por un lado el senador Armando Ríos Piter, quien es apoyado por las tribus y grupos que forman un frente anti-chuchos y propuesto como una opción de "cambio generacional" en el partido de izquierda. Ríos Piter cuenta con apoyos como el del jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, y el líder del Senado, Miguel Barbosa; además de que tiene facturas políticas pendientes con Los Chuchos, a quienes se enfrentó cuando decidió declinar la candidatura a gobernador de Guerrero por "presiones y cuotas" que se negó a aceptar.

Pero Los Chuchos no soltarán fácilmente el control del partido y otro nombre que comenzó a sonar es el del diputado federal Fernando Belaunzarán. Miembro de Nueva Izquierda, Belaunzarán es visto como "la carta joven" de esa corriente para tratar de mantener su supremacía en el partido, cuando se habla de la necesidad de un "relevo generacional" que saque al perredismo del desgaste que vive tras escándalos que le han afectado y la fractura interna provocada por Morena y Andrés Manuel López Obrador, que lo llevaron a perder votación y posiciones en los pasados comicios.

Anoche el propio Navarrete anunciaba que, una vez que los consejeros nacionales aprueben el relevo en la dirigencia que él mismo cabildeó, se procederá a elegir al nuevo dirigente, producto de un acuerdo de todas las corrientes. Veremos pues si los perredistas, tan acostumbrados al canibalismo y la confrontación interna, esta vez pueden ponerse de acuerdo en el nombre y el perfil de quien podría rescatar a su partido de la crisis en que se encuentra.

Los miedos del gabinete. Ahora que ya se da por hecho el arribo de Manlio Fabio Beltrones al PRI, con la inscripción de su candidatura única el próximo 17 de agosto, habrá que ver qué sucede con los miedos y temores que expresaban algunos de los más cercanos colaboradores del presidente Enrique Peña Nieto cuando se mencionaba la posibilidad de que el sonorense ocupara el despacho principal de Insurgentes Norte.

Hay una anécdota que refleja muy bien esos temores en el primer círculo presidencial. Cuentan que hace algunos meses, en Los Pinos, durante una reunión de gabinete, uno de los secretarios se le ocurrió preguntar en un tema fuera de agenda: "Oigan y ahora que se acerca el fin de la legislatura ¿qué vamos a hacer con Beltrones?".

La pregunta abrió un silencio que fue aprovechado por la secretaria de Desarrollo Social, Rosario Robles, quien comenzó disculpándose: "Pues la verdad que yo ni soy de su partido, pero, ¿no creen que tienen ahí al mejor candidato a dirigente del PRI?", preguntó Rosario. Y la respuesta, fue nada menos que del doctor Luis Videgaray, que en esas reuniones hace las veces de jefe del Gabinete: "¿Estás loca?, si lo dejamos llegar al PRI ya no lo paramos para que quiera ser candidato a la Presidencia. No, él debe ir a alguna posición o una embajada". Luego otro secretario terció: "La única forma en que permitiríamos que llegue al PRI es que le pongamos un candado que diga que no puede ser candidato al 2018".

Ante las respuestas Rosario Robles, que ni priísta es, ya no insistió. Pero a los asistentes les quedó claro que, al menos en el círculo de más poder de Peña Nieto, pensar en Manlio Fabio en el PRI era imposible. ¿Qué pensarán esos mismos peñistas ahora que su temor está a punto de hacerse realidad? ¿Insistirán en "candados" para vetar al sonorense?

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